Verdad innegable sobre las parejas: Las parejas discuten.
Sin embargo, discutir no es necesariamente negativo como se cree, en realidad, discutir es definido como:
“Examinar y tratar entre [varias personas] un asunto o un tema proponiendo argumentos o razonamientos para explicarlo, solucionarlo o llegar a un acuerdo acerca de él.”
Eso es un hecho y una necesidad de toda relación de pareja, ya sea de matrimonio o noviazgo, en realidad, uno de los puntos vitales de toda relación desde que inicia, es que la pareja alcance el nivel de confianza y madurez en la comunicación para expresar las cosas con que están felices y con molestía, tristeza, u otras emociones.
Por otro lado, hay formas de discutir que hay que evitar a toda costa, porque no ayudan a resolver ningún problema, y en cambio, sólo deterioran las relaciones, aquí te presento 5 consejos para una relación saludable en pareja, no sólo qué no hacer, sino también qué sí hacer.
1. Evitar usar extremos.
Los extremos no son buenos, ni los positivos ni los negativos.
Si hay palabras que evitar en las discusiones (además de los insultos), son las palabras “siempre”, “nunca”, “todo”, “nada” y similares, no es lo mismo decir “nunca me haces caso” a “siento que no me pones tanta atención como antes”, los extremos le quitan valor a lo que la pareja hace por nosotros, y esto sólo puede causarle tristeza o molestia.
Apreciar las cosas pequeñas es también un acto de amor, y que tu pareja vea y sepa que consideras las cosas pequeñas, le puede ayudar a saber que aprecias eso y así esforzarse más por hacerte feliz.
Más sobre este tema aquí: Cosas que dañan relaciones: Ignorar lo positivo.
2. Evitar involucrar terceras personas.
Una de las peores cosas que podría pasar en una pareja, es que termine por alguien externo a la misma, esto aplica en el momento que se hablan detalles privados de la relación con familiares o amigos, o en las discusiones, cuando una persona se empieza a quejar de una persona externa para “ganarla”, frases como “estamos peleando por culpa de tu mamá/amigo/hermana”, sólo desvían la fuente del problema.
Incluso si otra persona está involucrada en los problemas de pareja, la pareja tiene la responsabilidad de poner los límites, al final la discusión debe ser entre dos, ya que terceras personas no van a recibir la consecuencia en caso de una ruptura.
3. Discutir sólo la situación actual.
Es común que al iniciar una discusión, las personas comiencen a recordar molestias no resueltas en el pasado, esta acción no contribuye a la solución del problema actual, y lo más seguro, es que sólo cause que ninguno (ni el actual ni los pasados se resuelvan), es un efecto bola de nieve, en el que, entre más problemas se discuten, menos se resuelven.

Otra acción relacionada mucho con esta, que se hace a veces, es “guardarse” las molestias, lo ideal es expresar las pequeñas molestias antes de que se hagan bolas de nieve con otros problemas y se vuelvan cada vez más difíciles de resolver, es necesario expresar los problemas chicos mientras son chicos, que dejar que nos aplasten.
4. Tomar turnos.
La forma más efectiva de comunicar molestías o cosas por resolver, es la reciprocidad, esto es hablar, escuchar y en consecuencia, ser escuchados(as) por la otra persona, para eso se pueden usar métodos como “quien tiene la almohada habla” u otros.
Esto ayuda a que la otra persona pueda sentir nuestra comprensión y pueda entender nuestra perspectiva, lo que causa una mayor disposición a ceder en algunas cosas, a negociar y a aportar positivamente en la discusión.
5. Agradecer por la atención.
Dar las gracias nunca está de más, si vemos que la pareja hace un esfuerzo por escucharnos y tomar acciones para mejorar, agradecer es algo que, aparte de ser positivo para la relación, contribuye a que las discusiones a futuro se vean como algo positivo y apreciado por la otra persona.
No hay que pensar que la otra persona debe ceder siempre, ya que una relación es cosa de dos, para facilitar que nuestra pareja contribuya, hay que demostrar que apreciamos su tiempo y disposición de estar ahí, hasta en los momentos difíciles.
Finalmente, nunca dar por hecho que la otra persona debe ceder siempre a lo que queremos, la base de los acuerdos en la pareja es la capacidad de encontrar un punto medio que haga felices a los dos, y que haga que todo lo positivo supere los momentos difíciles, para que estar juntos no sea un peso, sino un apoyo por el que vale la pena seguir juntos.
Para concluir:
Las discusiones de pareja no tienen porque ser el fin pero lamentablemente pueden serlo, la cuestión es decidir poco a poco si las discusiones son usadas como una herramienta para la destrucción (que no es la solución), o una herramienta para construir como pareja, aprender de la otra persona y lograr acuerdos para fortalecer el amor y la comprensión.
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Gracias por leer hasta aquí, espero que la información aquí compartida colabore a una mejora en tu relación de pareja.