Uno de los pasos más importantes para controlar las emociones es aislarlas, no es que estén en nuestra contra, sino que si no observamos ellas pueden “controlarnos”, y si hacemos ciertas cosas, podemos tomar nosotros el control de ellas.

Nombrar las emociones es una estrategia fácil de hacer que te puede ayudar a manejarlas mejor, las emociones son como un sartén para cocinar, si no lo tomamos del mango, nos podemos quemar, si no sabes qué sientes, será más difícil controlar la emoción.
Distinguir las emociones es un tanto difícil, sobre todo en el momento donde la emoción es fuerte, pero es útil notar qué estás haciendo.
- Si te estás defendiendo, casi seguramente es ira.
- Si sientes como que requieres ayuda o que requieres descargarte, puede ser tristeza.
- Si sientes ganas de huir de algo, puede ser miedo.
- Si sientes que algo malo pasará, pueden ser ansias.
- Si te sientes bien y quieres que lo que está pasando se repita, seguramente es felicidad.
Una vez que logres identificar qué emoción sientes, puedes decirlo en voz alta, algo como:
- “Siento enojo, bueno, entonces procuraré no discutir con alguien, para no decir algo que no quiero decir”.
- “Siento tristeza, quizás hablar con alguien me sirva“.
- “Siento ansias, respirar me puede servir”.
Al final del día, cada persona decide como puede controlar sus emociones, basta con que sepas qué te sirve más, para esto puedes probar diferentes acciones llamadas afrontamiento.
Las emociones difícilmente se equivocan, si las identificas, ¡puedes manejarlas mejor!
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