¿Cómo es una terapia cognitivo-conductual para la depresión?

La depresión es una de las condiciones de salud mental predominantes en el mundo, y que muchas personas llegarán a experimentar en su vida, tener tristeza no es depresión, pero puede ser una señal, aunque la depresión en sí, es una condición compleja, con síntomas emocionales, conductuales y del pensamiento.

En este artículo te comparto de forma general información sobre la depresión, además de algunas cuestiones que se ven en la terapia cognitivo conductual para su atención.

(Nota: La depresión es una condición muy compleja, para la cual es recomendado buscar ayuda profesional en todos los casos, no siempre es recomendada la intervención farmacológica, pero es importante que si detectas algunos de los síntomas de este artículo en tí o una persona querida, busques orientación profesional, tanto con un psiquatra, como con un/a psicoterapeuta).

¿Qué es un trastorno depresivo?

Los trastornos depresivos son descritos según el DSM-V como: “el trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo” (…) el rasgo común de estos trastornos es la presencia de un ánimo triste, vacío o irritable, acompañado de cambios somáticos (en el cuerpo) y cognitivos (en el pensamiento) que afectan significativamente a la capacidad funcional del individuo.

Sentirnos tristes es normal, pues la tristeza es una emoción que usamos para pedir ayuda y asimilar pérdidas en nuestra vida, hablar de depresión es hablar de un trastorno donde las personas pueden llegar a ser incapaces de ver aspectos de su vida sin un “tinte” negativo. Photo by Gadiel Lazcano on Unsplash

El trastorno depresivo mayor representa el trastorno clásico de los trastornos depresivos, y se caracteriza por episodios determinados de al menos 2 semanas de duración que implican cambios claros en el afecto, cognición y funciones neurovegetativas y remisiones interepisódicas.

Como se indica arriba, cuando hablamos de depresión coloquialmente, nos estamos refiriendo muchas veces a un Trastorno Depresivo Mayor, este tipo de condición de salud mental puede darse en episodios, por lo cual una persona puede entrar y salir de estados depresivos, el tratamiento es importante en el sentido de que da a las personas herramientas para poder mantener estabilidad durante los episodios en caso de que surjan, y que pueda durar más tiempo sin tenerlos.

Hay otros tipos de trastorno depresivo, que en cierto sentido son formas diferentes de expresión de los mismos, por eso es importante una evaluación.

Síntomas de un episodio depresivo:

Algunos síntomas de un episodio depresivo son:

  • Del estado de ánimo: Tristeza intensa, preocupación, vacío, melancolía, infelicidad.
  • Cognitivos: Dificultades para concentrarse, pérdida de interés, pensamientos negativos, culpa, indecisión, ideas suicidas.
  • Conductuales: Lentitud en los movimientos, aislamiento, dependencia a los demás, llanto, intentos de suicidio.
  • Corporales: Cambios en el sueño, fatiga, cambios en el apetito, pérdida o ganancia de peso, molestias gástricas, falta de deseo sexual.

A pesar de no ser siempre considerado un síntoma clásico, la desesperanza suele ser común en casos de depresión, esto se debe a que al menos a nivel de pensamiento, la depresión se vincula mucho con formas en que la persona percibe su mundo, a sí misma y a su futuro.

Las personas con depresión tienen problemas para ver los aspectos positivos de situaciones, sus fortalezas, cosas buenas que les pasan, excepciones positivas a lo malo de sus vidas, no sólo ven las cosas con un tono negativo, sino que piensan que no se puede cambiar eso, y que no tienen las habilidades necesarias para poder modificar eso, perdiendo la esperanza en el proceso.

¿Cómo surge la depresión?

Hay personas que tienen una predisposición a nivel neurológico para padecer depresión, pero también puede surgir por experiencias vitales de la persona, hay 4 conceptos muy importantes para entender la depresión desde una perspectiva cognitiva conductual:

El modelo cognitivo ofrece una hipótesis acerca de la predisposición y la aparición de la depresión, en pocas palabras, la teoría propone que algunas experiencias tempranas de tinte negativo son aprendidas por la persona, lo que lleva a que forme conceptos negativos sobre sí misma, el futuro y el mundo (esto es conocido como la triada cognitiva de la depresión).

La triada cognitiva es una forma gráfica para comprender cómo percibe el mundo una persona con depresión, es importante comprender que estas percepciones suelen ser inflexibles y no del todo ciertas, la terapia cognitivo-conductual busca ayudar a que la persona piense de forma más flexible, logrando que la persona pueda ver su situación con más perspectiva y poco a poco vea que puede hacer cosas para cambiar lo que le genera malestar.

Estos conceptos negativos se vuelven parte de la estructura de pensamiento de la persona a un nivel profundo (se forman esquemas) estas ideas son como un residuo que queda después de ciertas experiencias negativas pero que queda “inactivo” y se activa con situaciones que recuerden a la persona esas sensaciones de sentirse invalidada, incapaz, indefensa, etc.

Las personas con depresión generalmente se sienten inútiles, sin esperanza, sienten que han fracasado en su vida y que no pueden cambiar eso, debido a que su capacidad de percibir las cosas que les pasan de forma neutral o positiva están alteradas, su visión es negativa, es un bloqueo cognitivo que no les permite percibir adecuadamente las situaciones, especialmente en el caso de situaciones positivas.

Una persona que padece depresión, tiene muchos problemas para poder apreciar las cosas buenas que le pasan, las cosas que hace bien, el apoyo familiar o filial que tiene, esto principalmente por la distorsión cognitiva de la abstracción selectiva, que consiste en un bloqueo del pensamiento donde la persona se centra en los detalles negativos de una situación, pasando por alto las cosas agradables, también suele estar presente la personalización, pues las personas que padecen depresión, tienden a interpretar las situaciones que suceden como algo que sale mal porque ellas están mal, o porque el mundo es intrínsecamente negativo y que es especialmente duro con ellas.

Sobre el concepto de “indefensión aprendida”, las personas con depresión tienen algunos bloqueos de pensamiento por experiencias pasadas donde a pesar de intentar manejar situaciones, se sintieron incapaces de manejar la situación, entonces aunque hagan cosas bien, puede ser complicado que se sientan capaces de hacer las cosas aunque haya evidencia, en cambio cuando hacen algo mal, su mente tiende a percibirlo de forma extrema, esto va a causar que la persona se sienta cada vez con menos formas de salir de la misma.

¿Cómo es el tratamiento? (Desde el enfoque cognitivo-conductual)

El tratamiento conductual está orientado a cambiar las contingencias (las consecuencias ambientales) que mantienen el estado de ánimo depresivo, pues es frecuente que el paciente no reciba reforzamiento ambiental ni por las tareas que lleva a cabo ni en sus relaciones interpersonales. En una intervención cognitivo conductual, se trabajan aspectos como:

Evaluación y cambio de pensamientos.

El tratamiento cognitivo (del pensamiento) tiene como objetivo la reestructuración de los pensamientos distorsionados que generan malestar en el paciente. El terapeuta enseña al paciente a reemplazarlos por otros más realistas y positivos.

A nivel filosófico se abordan temas como la esperanza y el existencialismo, el mayor indicador de que una persona con depresión está mejorando en su tratamiento es que empieza a verbalizar espontáneamente hablando hacia el futuro, hacia planes que tiene, hacia metas que se propone, también empieza a notar y tener expectativas sobre las relaciones positivas en su vida, y que se siente capaz de poder manejar sus emociones y pensamientos.

En esta página escribí a detalle sobre las distorsiones del pensamiento, por lo cual, si te interesa conocer cuáles son, y aprender un poco sobre cómo se trabajan, esa información te puede ser de utilidad.

Programación y ejecución de actividades graduales.

Uno de los aspectos más útiles en terapia para la depresión, es ayudar al paciente a planear sus actividades, esto tiene la finalidad de ayudarle a tomar control de cosas pequeñas y gradualmente manejar situaciones más complejas conforme la persona se sienta más capaz.

Acciones como levantarse de la cama y asearse, salir con un amigo/a al parque, hacer ejercicio… ayudan mucho porque ayudan a reducir el aislamiento social, liberar hormonas “positivas” derivadas del esfuerzo físico, mejorar la autopercepción, y ayudan a que la persona pueda volver a experimentar sensaciones positivas, que se estarán observando para así confirmar que “no todo está mal”, que “puede haber días buenos”, y que “hay cosas que se pueden cambiar”.

Reforzamiento de las pequeñas acciones realizadas.

Una vez que la persona comienza a hacer pequeños cambios (muchas veces se requiere ayuda externa, que es muy positiva para el tratamiento), se entrena al paciente para poder registrar los resultados positivos (o al menos neutros) en su vida, esto para reunir evidencias de que las cosas están cambiando, e incitar a que observe más cuidadosamente sus conclusiones, no es lo mismo “sentir que todo está mal”, a que eso sea cierto.

Contar los resultados positivos, apreciar los momentos agradables, probar cosas nuevas al poder apreciar que pueden disfrutar nuevamente de las cosas, ayuda mucho a que los efectos del tratamiento sean más notables y se mantengan cada vez con más bases.

Entrenamiento en resolución de problemas.

La sensación de inutilidad es común en casos de depresión, por lo cual durante el tratamiento, se entrena a la persona en habilidades para poder arreglar problemas.

Esto tiene 2 funciones:

  • La primera es ayudar a que la persona pueda manejar mejor las emociones asociadas con las dificultades en su vida, que pueda manejar mejor el estrés, pedir ayuda, generar planes, tomar acción.
  • La segunda, que va de la mano con la intervención cognitiva, es ayudar a la persona a que pueda apreciar las situaciones de forma integral, todos los problemas tienen solución, puede ser que algunas no nos gusten, pero si pensamos lo suficiente, si pedimos apoyo de otras personas, y si probamos diferentes soluciones, seguramente podremos encontrar una solución suficientemente buena.

Algunas medidas adicionales que apoyan al tratamiento.

Hacer actividad física, hacer esfuerzos por evitar el aislamiento y plantear metas adecuadamente, son hábitos que contribuyen a la mejora en casos de depresión, el enfoque “conductual” de la terapia cognitivo conductual se refiere a la parte donde por medio de acciones, generamos cambios en nuestros pensamientos y ambiente. Photo by Tomasz Woźniak on Unsplash

Durante la terapia, se trabajan algunos hábitos que complementan el proceso de mejora ante la depresión, 4 hábitos que contribuyen a un mejor manejo de la depresión son:

  • 1. Realizar actividades físicas constantemente/Practicar hábitos de salud:
    • Encontrar junto con el paciente actividades físicas que pueda disfrutar, y hablar con personas para que pueda recibir apoyo, es algo que puede ayudar en las fases iniciales para más avances en el estado de ánimo).
  • 2. Practicar actividades placenteras:
    • Detectar a lo largo del tratamiento actividades agradables que ayuden a la persona a recordar que puede crear sus propios momentos agradables ayuda a combatir la desesperanza, y la sensación de no tener control de los resultados en su vida, quizá no podemos controlar todo, pero sí podemos decidir qué conductas hacer para estar bien en determinados momentos.
  • 3. Escribir metas a corto plazo y darles seguimiento, dividir las metas a mediano y largo plazo en metas más pequeñas:
    • Escribir metas ayuda más que nada por el aspecto de retroalimentación, usualmente quienes padecen de depresión tienden a ver las situaciones de una forma negativa, también minimizan los resultados positivos de las cosas, y en esa desesperación, pueden plantearse metas irreales o demasiado exigentes, que en muchos casos van a causar más frustración que sensaciones positivas.
    • Entrenar a la persona para que pueda crear metas realistas, alcanzables, y que aprenda a darles seguimiento ayuda a restaurar la noción de tener el poder de generar cambio.
  • 4. Evitar el aislamiento:
    • Entre menos interacciones tenga la persona, menos oportunidades de conectar con los demás, de mantener un buen “nivel” de habilidades sociales, y de ver diferentes puntos de vista tiene una persona, todo esto lamentablemente contribuye a que la depresión se mantenga.
    • A lo largo de la intervención en depresión, se ayuda a la persona a crear y buscar situaciones donde pueda interactuar con otras personas de forma positiva, si es necesario se trabajan herramientas de comunicación para que tenga más aptitudes en esa área, y se plantean metas medibles y alcanzables, que como se mencionó anteriormente, ayudan a aumentar la percepción de logro y ayuda mucho a la mejora del paciente.

Para concluir:

En este artículo, se comparte un resumen con pautas generales de cómo se trata la depresión desde la terapia cognitivo conductual, es una revisión por encima, ya que cada caso requiere atención a detalle, este enfoque terapéutico fue inicialmente diseñado por el Dr. Aaron T. Beck (†) para combatir la depresión, y por mucho tiempo se ha constituido como un tratamiento efectivo para manejarla, esto no resta que muchas veces los fármacos pueden ayudar, pero la construcción de hábitos, el apoyo social y el manejo de los pensamientos que mantienen la depresión, son claves para poderla superar.

Si quieres más información, o te interesa una intervención psicológica con este enfoque, te invito a hacer contacto conmigo aqui, también puedes ver los artículos sobre terapia individual que he publicado.

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Espero que te sirva la información, gracias por leer hasta aquí.

Publicado por Carlos Morales

Soy psicoterapeuta de enfoque clínico cognitivo conductual con 7 años de experiencia con niños, adultos y parejas. Escribo en esta página y en Facebook para explicar mejor sobre usos prácticos de la psicología, además de promocionar mis servicios por medio de la información, mi mayor interés es orientar de forma comprensible cómo sirve la psicología para derribar mitos y dar herramientas para mejorar la calidad de vida de las personas.

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