Distorsiones cognitivas: La etiquetación.

Las etiquetas que llevamos puestas, definen mucho de nuestras reacciones y tristemente, de nuestro dolor emocional.

La etiquetación es una distorsión cognitiva qué ocurre cuando hacemos un juicio sobre nosotros, cómo “soy torpe”, “soy feo(a)”, “soy odioso(a)”, qué causa que no hagamos las cosas que queremos hacer o que perdamos concentración por pensar que lo haremos mal.

Estas etiquetas casi nunca son nuestras, muchas veces son cosas que nos dijeron en algún momento de nuestra vida (muchas veces son cosas que nos decían repetidamente) y son ideas que en cierta forma creemos, pero que no nos sirven, y que no son la realidad, el problema principal de la etiquetación es que nos lleva a la autocrítica, no nos permite valorar lo que podemos hacer bien y a veces, nos impide probar cosas nuevas por miedo a que los demás se den cuenta de nuestro “defecto imaginario”.

Cuando ponemos etiquetas a otras personas, nos puede dificultar ver las cosas buenas que tienen y reducirlas a caricaturas de lo que pueden ser, quitándonos algo de capacidad para valorarlas bien y crecer conjuntamente.

Hay dos cosas que se pueden trabajar en cuanto a la etiquetación:

1.- Tus acciones no son tu descripción: Cometer un error, no te hace un error, la misma regla aplica si un día haces algo malo, eso no te hace una mala persona, sino una persona que puede hacer cosas malas (como todas las personas del mundo), ya si se vuelve hábito, será otra historia; lo mismo pasa con ser torpe, hacer una torpeza sólo te hace una persona que puede hacer torpezas, pero no a fuerza te vuelve un(a) torpe. Todas las etiquetas que te puedas poner (flojo, tonto, torpe, fea, mala, etc.) no representan lo que eres o puedes ser, sino las cosas que haces.

2.- Mide la etiqueta: Tú puedes pensar todo lo que quieras qué eres feo(a), incapaz de hacer alguna cosa o cualquier otra etiqueta, la realidad es que por más feo o incapaz que seas, es casi imposible que lo seas al 100%, entonces, ¿qué tal si en lugar de concentrarte en la etiqueta, te concentras en lo positivo?, si eres feo, centrarte en la parte de tu cuerpo que te gusta más, y si eres “incapaz” en algo, centrarte en lo que sí eres capaz, no es fácil, pero hay que ir poco a poco hasta lograr irnos despegando de las etiquetas y por una parte hay que empezar.

Muchas veces las etiquetas son una carga innecesaria que nos frena, y basta con notarlas, evaluarlas y ser más flexibles con nosotros mismos(as) para ser un poco más felices y darnos la oportunidad de crecer como personas.

No permitas que tu mente te etiquete, un error no te hace mala persona, torpe, incapaz o ninguna cosa, te hace una persona que podría cometer errores, y eso no tiene nada de malo, nadie es perfecto, y tienes derecho a equivocarte, separando tus acciones de lo que eres como persona, puedes lograr más control y evitar que tus errores dominen tu destino.

Publicado por Carlos Morales

Soy psicoterapeuta de enfoque clínico cognitivo conductual con 7 años de experiencia con niños, adultos y parejas. Escribo en esta página y en Facebook para explicar mejor sobre usos prácticos de la psicología, además de promocionar mis servicios por medio de la información, mi mayor interés es orientar de forma comprensible cómo sirve la psicología para derribar mitos y dar herramientas para mejorar la calidad de vida de las personas.

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